POR Jorge Octavio González
Una de virtudes del periodismo de investigación es que, aunque puede ser tardado, al final la información sale a relucir y puede exhibirse ante la opinión pública. Este gobierno, el de Indira Vizcaíno, es de los más opacos y reacios a proporcionar información de la administración pública, pero las herramientas de transparencia y las fuentes internas son esenciales para obtener lo que por ley debieran dar.
La mayoría de los trabajos en PXPress han sido realizados gracias a peticiones de información y a fuentes internas; sin eso ninguna de las investigaciones serían públicas y ellos podrían seguir ejerciendo el dinero a discreción sin que nadie los llamara a cuentas.
Hoy, aunque sean exhibidos en irregularidades y conflictos de interés y no sean sancionados conforme a la ley, al menos son expuestos ante la opinión pública, que es la que al final de cuentas los juzgará en su momento cuando le retiren la confianza a los funcionarios que no han estado a la altura de las circunstancias y que, por el contrario, se han dedicado a saquear el erario.
Estas dos últimas semanas se presentaron sendos trabajos sobre contratos otorgados por adjudicación directa a dos revistas que tienen algo en común: sus beneficiarios. Y es que, mientras Alexandro Carbajal Berber pudo otorgar el contrato CGCS-PM/025/2do/2022 a la revista Dos8 por $450 mil pesos, con vigencia de abril a diciembre del 2022, a sólo 15 días de salir de la administración estatal para irse de vocero al Congreso del Estado de Colima, también hizo lo propio con la revista Decisión de Empresario, también del 1 de abril al 31 de diciembre de este año, por 450 mil pesos.
¿Por qué a estas dos revistas el entonces fugaz titular de la Coordinación General de Comunicación Social les otorgó por adjudicación directa los contratos en cuestión a 15 días de salir del gobierno del Estado?
Hay una explicación al respecto: la revista de farándula Dos8 es un compromiso de Carbajal Berber, por lo que, para no dejarlos en la orfandad, les amarró el contrato por todo lo que resta del 2022. En el caso de Decisión de Empresario, la petición de Miguel Ángel Vagas Vaca fue que se dejara firmado también para el resto del año para no incurrir en conflicto de interés, pues apenas el año pasado tuvo una alianza periodística entre su empresa Estación Pacífico y la revista empresarial, que concluyó el 17 de diciembre del 2021 cuando anunció en su programa de radio Informe 24 su salida del noticiero y su incorporación al gobierno de Indira Vizcaíno.
Al menos en este caso no quiso ser tan burdo y solicitó a Alexandro Carbajal Beber que firmara el contrato CGCS-PF/024/1ro/2022 por nueve meses, a cambio de permitirle firmar el contrato a Dos8 por el mismo tiempo y el mismo presupuesto: $450 mil pesos.
Porque, hay que recordar, también en PXPress se exhibió el conflicto de interés en que incurrió Miguel Ángel Vargas Vaca al otorgar el contrato CGCS-PM/055/2do/2022 a Grupo Audiorama Comunicaciones, de la empresa Comercializadora Colima del Pacífico S.A de C.V, para emitir spot de radio en la emisora XHERL Súper 98.9, para el periodo del uno de junio al 31 de agosto de 2022, por la cantidad de $135 mil pesos.
En este caso en concreto, el actual coordinador de comunicación social del gobierno del Estado sí estampó su firma en ese contrato, razón por la cual incurrió en conflicto de interés, de acuerdo a la Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, donde no se excusó de otorgar el contrato ni informó a su superior, en este caso Eduardo Jurado Escamilla, para que se cancelara el procedimiento o lo hiciera otra persona.
Quiso cuidarse en el contrato para la revista Decisión de Empresario, pero no para Grupo Audiorama Comunicaciones y Comercializadora Colima del Pacífico S.A de C.V. ¿Por qué? Sólo él lo sabe; aunque pudiera ser porque se siente protegido por la gobernadora y no le importó aparecer en el contrato de sus antiguos socios.
El cinismo los cegó a los funcionarios que se deslumbraron por la cantidad de recursos que están manejando en estos momentos, creyendo que lo harán siempre.
Qué equivocados están.