POR Bibiano Moreno Montes de Oca
Del sótano del que no sale Indira Vizcaíno Silva y del cambio que se hará en la Universidad Tecnológica de Manzanillo, escribo hoy en esta columna de culto. Voy, pues, con mi hacha.
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Prácticamente desde su arranque triunfalista de hace un año como gobernadora de Colima, que dizque había logrado la hazaña de derrotar a la “chiquimafia del poder”, como se encargó de mencionarlo en su momento, inspirada en programas de TV de alto contenido cultural infantil, tipo Chiquidrácula, Indira Vizcaíno Silva se estacionó en el sótano de la peor evaluada de los otros 31 homólogos que son monitoreados mensualmente por la empresa encuestadora Mitofsky, del pelón Roy Campos. Así, a cada vez más corta distancia del puntero, el zacatecano David Monreal Ávila, la de Colima va que vuela por el primer lugar.
De 32 gobernadores en total que hay en el país, incluida a la que absurdamente se sigue llamando jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Cheinbaum Pardo, la Gobernadora Altozano es líder entre las de su mismo sexo como la peor evaluada por sus gobernados, resultando peor calificada incluso que su amiga y correligionaria guerrerense Evelyn Salgado Pineda (compañera del mismo dolor, además, pues ambas tienen que padecer a sus respectivos padres, el verdadero poder tras el trono de los estados de Colima y de Guerrero: Arnoldo Vizcaíno Rodríguez y Félix Salgado Macedonio).
Incluso, a pesar de ser una impresentable, la gobernadora de Campeche, Layda la Albóndiga de Porcelana Sansores Sanromán, cuenta con poco más de aceptación de sus sufridos gobernados campechanos que la tijuanense que padecemos en Colima, lo que me parece el colmo de la incapacidad de esta mala mujer. ¡Esa es su transformación! Peor aún: dice haber derrotado a la “chiquimafia del poder”, enquistada durante más de 30 años aquí, pero tiene a su lado a Fernando el Nene Moreno Peña y a Elías Zamora Verduzco, que no aparece como asesor, pero sí da consejos –que no son gratis— de cómo invertir en los negocios.
La calificación en la que la Indi sigue en el sótano corresponde a noviembre, por lo que no sería raro que, al cerrar diciembre el 2022, en enero nos enteremos que la Gobernadora Altozano ya desbancó del primerísimo lugar (pero de la sima, no de la cima) al titular del Ejecutivo de Zacatecas. Por supuesto, estamos hablando de la encuesta de Mitofsky, a la que un vulgar palero del vocerdo oficial Miguel Ángel Vargas Cow acusó de mantener en tan baja posición a su patrona porque ésta no le ha querido pagar para mejorarle la puntuación. Curioso: no le pagan al pelón Roy Campos, pero sí a empresas foráneas que difunden sus inexistentes obras.
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Poco ruido se le hizo hace algunos meses al nombramiento del nuevo rector de la Universidad Tecnológica de Manzanillo en ese momento, Ramón San José sin la Burra Núñez de la Mora (en la columna PXPress se dio a conocer por ser un tema de interés general), tal vez porque el encumbramiento oficial del individuo en ese centro educativo que es controlado por el Gobierno del Estado, no presagiaba nada bueno. Al final, las sospechas se confirmaron: Núñez de la Mora muy pronto sacó las uñas y mostró su verdadera personalidad: corrupto, cínico, prepotente, abusivo, acosador sexual y otras lindezas.
Apadrinado por Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, gobernador de facto de Colima, se tuvo que dar marcha atrás con el nombramiento del rector de la U-TM, pues por los problemas generados entre el personal académico y los alumnos en general, el tipo ya resultaba insostenible. Una buena decisión se dio al dar por zanjado el compromiso político que se haya establecido en el indirato con ese sujeto, pero se avecina otro problema para la sufrida comunidad universitaria porteña, al saberse del probable relevo que llegaría en lugar de San José sin la Burra Núñez de la Mora: nada menos que el acapulqueño tropical Nabor Ochoa López.
¿Pues qué hizo la comunidad universitaria de la U-TM que va a ser castigada ahora con un rector de la calaña del acapulqueño tropical Nabor Ochoa? ¿De qué méritos académicos goza este impresentable político que ya ha sido ex priista, ex panista, ex perredista, ex verde ecologista y ahora ex cremento morenaco? El caso es que apenas salen de un tremendo problemón llamado Ramón Núñez de la Mora, pero ahora les quieren meter a otro igual con este parásito que ha medrado del erario público durante años, saltando de un partido a otro como la vulgar teibolera de la política que es (con perdón de las bellas que se ganan el pan con el sudor de su lindo trasero).
Si al tres veces heroico municipio de Manzanillo le ha tocado una pléyade de alcaldes de lo peor durante décadas (actualmente con la Guayaba Martínez y la Tostada Zepeda, la versión perversa y ojete de las dos borrachas de las películas icónicas de Pedro Infante), ahora en la U-TM les sucede lo mismo con sus impresentables rectores. Así, pues, en el puerto colimense hay una terrible crisis de valores con sus autoridades; por lo menos en dos terrenos: el municipal y el educativo. ¡Sálvese quien pueda!