El derroche en el gobierno «austero» de Indira

POR PXPress

SI HAY UN GOBIERNO CONTRADICTORIO entre lo que se dice y lo que se hace ese es precisamente el de Indira Vizcaíno Silva. Mientras en el discurso acusa a los funcionarios de la pasada administración de todos los males financieros que hay en la actualidad y de que se desviaron millones y millones de pesos, en los hechos no hay uno solo de los señalados por actos de corrupción en la cárcel ni tampoco imputados que estén llevando un juicio político y penal. Mientras en el discurso dice que en todas las áreas de la administración tuvieron que aplicar un programa de austeridad para ahorrar 500 millones de pesos, en los hechos ha gastado millones en asesores repartidos en la Oficina de la Gubernatura y en la Secretaría General de Gobierno, que no han dado resultados dada la torpeza con la que se conduce a diario al gobernadora, además de gastar más de 12 millones de pesos en empresas de publicidad de Nuevo León, Guanajuato y Manzanillo para promover sus “obras y acciones”. DE ACUERDO AL PRESUPUESTO DE EGRESOS DEL ESTADO DE COLIMA PARA EL EJERCICIO FISCAL 2023, la Coordinación General de Comunicación Social tendrá 34 millones 494 296 pesos, pero se le tienen que sumar los 4 millones 738 mil 808 pesos de la Dirección General de Asesores, pues de todos es sabido que Miguel Ángel Vargas Vaca aparece en la nómina como titular de la segunda dependencia, mientras que de la primera es sólo el encargado; en total manejará 39 millones 233 mil 104 pesos a discreción para continuar adjudicando de manera directa contratos a medios amigos y socios para apuntalar la desgastada imagen de la gobernadora del Estado. En el 2022, sin embargo, Vargas Vaca tuvo para Comunicación Social 33 millones 419 mil 913, mientras que en la Dirección de Asesores 2 millones 272 826 pesos; esto significa que tuvo un incremento para este año de 3 millones 540 365 pesos. Y si a esto le agregamos que en el 2021 se ejerció en esa dependencia 31 millones 742 mil y en el 2020 apenas 16 millones 780 mil 387 pesos, esto quiere decir que para el 2023 el confidente de Indira Vizcaíno tendrá un manejo discrecional de recursos por más del doble de lo que se ejerció en la pasada administración. ¿Para qué? Muchos se harán esta pregunta. Y claro que tiene una respuesta: para emprender campañas agresivas en medios para posicionar a la gobernadora y a los eventuales candidatos a los cargos a disputarse en el 2024, pero también para tener a la prensa callada ante los hechos de violencia que cada vez son más sangrientos y terroríficos. EN MEDIO DE ESTE DESPILFARRO de recursos en el gobierno del Estado, hoy en PXPress se documentó que el ex priísta Arturo García Arias es asesor de despacho en la Secretaría General de Gobierno, ganando 50 mil pesos al mes, algo que va en contra de la austeridad republicana que predica esta administración, sobre todo porque queda más que claro que su inclusión en la nómina obedece a que no fue candidato en el 2021 a la diputación por el Distrito XV, algo que anhelaba. Para no dejarlo fuera del presupuesto, porque para el tecomense eso sería como vivir en el error, desde enero está cobrando 25 mil pesos quincenales como asesor de la secretaria María Guadalupe Solís Ramírez, a la espera de que en algún momento el legislador Julio Cano solicite licencia ya sea para disputar otro cargo de elección popular o para ser enviado a la administración estatal para que García Arias concluya el periodo en la 60 Legislatura. Como quiera que sea, Indira Vizcaíno utiliza las dependencias de gobierno para acomodar a sus amigos y compromisos políticos, importándole poco que ese recurso no sea utilizado para beneficio de los colimenses.

LA APROBACIÓN DEL PRESUPUESTO del Gobierno del Estado a ejercerse en el año fiscal 2023, que tuvo lugar en la sesión ordinaria del miércoles de la semana pasada, sirvió de escenario para saber quiénes son ahora los diputados que están entregados en cuerpo y alma al indirato y quiénes son los que realmente son una oposición consecuente. Por supuesto, no deja de llamar nuestra atención el resultado; en especial, porque en política no hay sorpresas sino sorprendidos. A ver: de los seis diputados con los que actualmente cuenta la bancada del PRI en la LX Legislatura local, cinco de ellos fueron congruentes en su voto en contra del presupuesto (un presupuesto, por lo demás, completamente complaciente con la Gobernadora Altozano, que ahora dispondrá de mucho más dinero mensualmente para sus frivolidades; en especial, sus viajes de proselitismo político-electoral por todo el país), a excepción de Hilda Lizette Moreno Ceballos, que se unió al carro cuatrotero de Morena y sus partidos compinches. Con cinismo, la legisladora se justificó declarando que “la historia juzgará” el presupuesto de 2023, cuando en realidad la que va a ser juzgada –y desde ahora— es ella por traicionar a sus compañeros de partido y por renunciar a su posición opositora al partido gobernante en Colima. En el PAN, con dos integrantes en la actualidad, tras la salida de la traidora Priscila García Delgado, que se vendió a Indira Vizcaíno Silva en paquete, es decir, ella junto con su marido, Francisco la Paca Rodríguez García, que ahora cobra como titular de la Secretaría de Economía y Turismo de la administración estatal. De hecho, vocerdos del indirato (como el Tartamudo y la Mujer Barbona) intentaron vender la supuesta renuncia de la ex panista a su fracción alegando que su homólogo Crispín Guerra Cárdenas, coordinador de la bancada panista en el Congreso del Estado, se había eternizado en un cargo que sería rotativo, por lo que hasta se le acusó, de paso, de misógino. Por supuesto, todo era una farsa de la diputada y sus nuevos aliados: la decisión de seguir al frente de la fracción del partido blanquiazul no es de Crispín Guerra, sino de la presidenta estatal del PAN, Julia Jiménez Angulo, que por cierto es mujer. El caso es que la traidora Priscila García ya traía su estrategia, por lo que lo de la rotación de la coordinación de la fracción en su ex partido fue un simple pretexto para poder correr en brazos del indirato. Así, pues, en el PAN también hubo congruencia: Crispín y Fernanda Salazar Martínez votaron en contra del despilfarro de la Gobernadora Altozano. Habrá que agregar que los argumentos de Fernanda Salazar fueron contundentes al combatir el presupuesto que se aprobó con la aplanadora oficial. En cuanto al Movimiento Ciudadano, hizo alzar la ceja a más de uno el ver que sus dos representantes en el Poder Legislativo local ahora votan por separado, pues mientras que Ignacio Vizcaíno Ramírez se brincó las trancas, Glenda Yazmín Ochoa sigue uncida a los intereses de Morena. Es posible que a nivel central le hayan llamado la atención a los del MC por su entreguismo al oficialismo, pero sólo uno escuchó las instrucciones: la otra sigue en la línea entreguista de su aún “guía moral y espiritual”, el desprestigiado Locho Morán Sánchez, que actúa así de modosito porque anda cuidando su zalea. Pero ¿a Glenda Yazmín Ochoa qué le ofrecieron? O mejor: ¿a dónde vas, mujer, que más valgas? En realidad, la emecista no pesa nada y su contribución es mínima. De los diputados de Morena y sus aliados (PT, PVEM y Panal) no hay mucho por añadir. La que sí nos dejó sin habla es Kathia Castillo Hernández, que de aguerrida crítica de Indira Vizcaíno se volvió su ferviente admiradora. No modo: ya la perdimos. En fin: se repite la máxima de que en política no hay sorpresas sino sorprendidos. Y así es. Hay que recordarlo en el 2024.

SIEMPRE HEMOS SIDO DE LA IDEA de que Ramón San José sin la Burra Núñez de la Mora es un farsante que sabe muy bien engañar a todos. Ni un año duró en el cargo de rector de la Universidad Tecnológica de Manzanillo, supuestamente apadrinado por Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, gobernador de facto de Colima, pero a las primeras de cambio sacó su verdadera naturaleza: corrupto, abusivo, prepotente, cínico; en fin, las características muy propias de todo político de cualquier tiempo y de cualquier partido, aunque en este caso llegó avalado por Morena, el partido de los nuevos ricos. Así, pues, San José sin la Burra Núñez de la Mora fue echado a patadas del cargo, pero aseguran nuestras fuentes que el remedio saldrá peor que la enfermedad para la sufrida comunidad tecnológica porteña. En efecto, todo apunta a que el siguiente rector de la Universidad Tecnológica de Manzanillo va a ser el acapulqueño tropical Nabor Ochoa López, expriista, expanista, experredista y ahora excremento morenaco. Así, el negro acapulqueño tropical podría unirse a esa pléyade de “rectores” como lo han sido impresentables como Francisco Pico Zepeda y el recién corrido. ¿Pues qué hicieron los manzanillenses para merecer tal castigo, si ya con la versión ojete de la Guayaba Martínez y la Tostada Zepeda tienen más que suficiente?

DE LOS INFORMES DE LOS PRESIDENTES MUNICIPALES llamó la atención el de doña Tey Gutiérrez, de Villa de Álvarez. Resulta y resalta que, frente a Indira Vizcaíno, la alcaldesa villalvarense se atrevió a decir que los índices delictivos han venido a la baja, cuando lo cierto es que La Villa se ha convertido en una zona de guerra, en donde los cárteles que se disputan la plaza se matan entre sí a todas horas y en cualquier lugar. De la totalidad de los embolsados que se han encontrado en todo el Estado, por ejemplo, Villa de Álvarez concentra más de la mitad, lo que habla de un municipio sin ley; no se diga los asesinatos a comandantes y directores operativos de la Policía Municipal, blanco de las organizaciones criminales que los tienen entre ceja y ceja, mientras Tey Gutiérrez Andrade no hace nada para detener o contener esta ola de violencia. Aun con toda la parafernalia que utilizó en su Primer Informe de Gobierno para lucirse, en realidad desilusionó con las cifras alegres y cero autocrítica a su administración. Mención aparte su entreguismo al gobierno estatal, que fue de pena ajena.

A LA DIPUTADA Kate Castillo se le ha visto irritada y molesta últimamente. Responde los comentarios en redes sociales como si no fuera ella, burlándose de las personas en lugar de estar a la altura de su investidura. Lo cierto, sin embargo, es que esa actitud en nada le ayuda a la joven legisladora, sobre todo si tiene intención de continuar en la política. Su irascibilidad sólo se entiende por la exhibida que le han dado por votar a favor de la fracción oficialista en el Congreso del Estado, dejando en el aire la sospecha de haberse vendido a MORENA, olvidándose que la línea que tiene su partido a nivel estatal es totalmente la contraria, en especial por los señalamientos de Claudia Aguirre, secretaria general.