POR PXPress
A PESAR DE QUE SE TRATA de una obra transexenal y que en el obradorato ya sólo se contribuyó con una mínima parte de lo que se invirtió en los primeros dos sexenios, el indirato se quiere apropiar en exclusiva de la realización de la autopista transvolcánica Colima-Guadalajara, la cual será de gran utilidad para los miles de conductores que utilizan a diario la importante vía para transportar al interior del país la mercancía llegada al importante puerto de Manzanillo desde Oriente. Así, a falta de poder presumir una sola obra gestionada ante la Federación o llevada a cabo con recursos propios, el Gobierno del Estado de Colima, que es encabezado por Indira Vizcaíno Silva, se echa porras a sí mismo como responsable de la solución del problema que causaba ese cuello de botella que se formaba por el municipio de Tonila, Jalisco, a causa de problemas con los ejidatarios que se habían amparado contra la obra por asuntos internos de sus líderes originales que se robaron el dinero de la indemnización y dejaron al ejido sin un centavo. En lo que se destrababa el conflicto, los trabajos para concluir la obra eran la causa de un avance lento y desesperante, donde los que circulaban por esa vía perdían horas en tiempo, dinero y –tal vez— hasta de vidas humanas. Bueno, todo ese viacrucis lo sufrieron durante meses los que empleaban la citada carretera, cuya ampliación se autorizó a fines del gobierno de Felipe Calderón y se ejecutó en el de Enrique Peña Nieto, obra que se detuvo en 2019, ya en pleno obradorato, que cuatro años después pudo, después de retrasarla perversamente por razones políticas, terminar los trabajos de una parte mínima del trazo original. De ahí, pues, que se trate de una obra transexenal, no como la quieren presentar los cuatroteros: como una obra única y exclusiva del gobierno de López Obrador, acelerada gracias a las “gestiones” de Indira Vizcaíno, que en realidad no hizo nada por la ahora famosa transvolcánica. (Es posible que todo haya quedado en simple plática entre sus amigas, pues en los hechos no hizo nada que se le deba agradecer). Sin embargo, en la narrativa de que todo se debe a los buenos oficios de amlo y la Gobernadora Altozano, el padre de ésta, Arnoldo Vizcaíno Rodríguez, no tiene empacho en convertirse en el matraquero número uno del indirato, al declarar muy campante lo siguiente: “No sé si les nazca, se ofrece y es amor cuervo, pero yo creo que vale la pena que felicitemos a la gobernadora … De todo corazón, yo felicito a Gobierno Colima y a Indira Vizcaíno por ese logro; es un logro extraordinario para la sociedad del estado de Colima”. Todo eso lo dice a pesar de que el gobernador de facto de Colima sabe –y si no lo sabe, finge muy bien— que ella no se preocupó por el avance y terminación de la obra, como sí lo hizo, por ejemplo, el diputado federal Riult Rivera Gutiérrez, en su calidad de integrante de la Comisión de Comunicaciones y Transporte de la LXV Legislatura del Congreso de la Unión, quien desde la más alta tribuna y en entrevistas con los funcionarios involucrados trabajó para que la emblemática obra tuviera un feliz término. También hay que decir que lo más importante y costoso de la obra se llevó a cabo en el gobierno de Peña Nieto, misma que nunca se detuvo. Fue en el gobierno de López Obrador cuando paró y fue causa de muchos problemas viales, si bien es cierto que a inicios del presente año se puso especial empeño para que pudiera quedar terminada en este 2022, lo que en efecto ocurrió, aunque con mes y medio de anticipación. Eso sí: el costo fue mínimo en comparación a lo que se desembolsó en el sexenio anterior, aunque lo cierto es que unos son los que siembran y otros los que cosechan. Así, aunque la parte más costosa e importante se realizó con EPN, el obradorato y el indirato son los que lanzan las campanas al vuelo, donde una parte de la fiesta se la pretende adjudicar a toda costa la cínica gobernadora de Colima, que no hizo –reiteramos— absolutamente nada por una obra que, efectivamente, beneficia mucho a nuestro estado, principalmente al puerto de Manzanillo. ¡Ya siéntese, señora!
EL LIBRO EL REY DEL CASH es fuente inagotable de temas de interés general y que corresponden al gobierno de un individuo que se dice diferente. En la entrevista que la autora, Luz Elena Chávez, hace al ex perredista Ricardo Pascoa Pierce, éste trae a cuento el tema del golpe de Estado que para amlo ha sido recurrente. Hace tres años, después de ocurrido el Culiacanazo, varios generales en retiro hicieron notar su disgusto por la forma humillante en la que se trató esa vez al Ejército Mexicano, que quedó ante la opinión pública como inepto, mediocre, cobarde, cuando en ese momento gozaba de buena reputación. Aprovechando ese episodio, el presidente López Obrador denunció que se gestaba un golpe de Estado en su contra, un tema que la misma oposición no tomó en serio por lo absurdo. Poco después fue el propio macuspano el que se encargó de dizque aclarar que ya todo estaba superado. El caso es que al tabasqueño le gusta echar mano de ese tema cuando busca obtener algo para su propio beneficio o desviar la atención, pues ya en la segunda mitad de la década de los 90 del siglo pasado, cuando amlo era líder nacional del PRD, quiso involucrar al partido en un tema que le interesaba a él en lo personal, por lo que el resto de su Comité Nacional se negó a avalarlo, Al ser rechazada su propuesta por la mayoría de los integrantes, según relata el ex embajador en Cuba Pascoa Pierce, amlo bajó a la oficina del área de prensa del partido y entregó un documento firmado por él y en el que acusaba a los hermanos Salinas de Gortari de fraguar un golpe de Estado en contra de Ernesto Zedillo, a la sazón presidente de México. La publicación del documento causó confusión, ya que se creyó que el PRD apoyaba públicamente a Zedillo, cuando el perredismo se caracterizó en esos tiempos por su férrea oposición al PRI-Gobierno desde la posición de izquierda. El político Pascoe Pierce arroja luz sobre la absurda visión de amlo sobre el supuesto golpe de Estado en contra del zedillato: mientras Carlos Salinas de Gortari se encontraba exiliado en el extranjero, Raúl Salinas de Gortari se hallaba preso en una prisión de máxima seguridad. ¿Cómo podrían dar ambos un golpe de Estado en esas condiciones? Eso fue antes de las elecciones del año de 1997. Claro, pocos años después López Obrador obtuvo su recompensa por los valiosos servicios prestados a Ernesto Zedillo: éste gestionó que el INE no le negara el registro como candidato del PRD a la jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal, ya que su domicilio no estaba en la capital del país, sino en Tabasco, requisito indispensable para aspirar a un cargo de elección popular. Estaba claro que el tema del golpe de Estado contra Zedillo sólo beneficiaba a amlo, no al PRD, pero el tabasqueño lo utilizó para poder ser candidato, haciendo como lo ha hecho toda su vida: utilizar a los demás en su propio provecho. ¿Alguna duda que este sujeto (amlo) es El Rey del Cash?
A UNA SEMANA DE LA INAUGURACIÓN de la Feria de Colima Todos los Santos 2022 lo único que se puede decir es que hay tradiciones que, si se cambian sólo por creerse diferentes, no dan el resultado esperado. Inició con la degradación de Reina a Embajadora, que curiosamente recayó en una mujer de Cuauhtémoc, en cuya ceremonia fue abucheada por la gente que también gritó que su triunfo había sido un fraude. Continuó con los altísimos precios que impusieron a los negocios que se ponían año con año; ahora muchos no lo hicieron porque el transa Rodolfo Aguilar quería hacer su agosto en pleno noviembre. Y también la queja de los asistentes a la Feria de Colima fue por el costo de los estacionamientos públicos, que llegaron a cobrar hasta 100 pesos, algo inaceptable y, sobre todo, inmoral. La obsesión de Indira Vizcaíno por marcar la diferencia lo único que hizo fue exhibir su limitada concepción de lo que es una verdadera Feria. A ver si para el próximo año rectifica o de plano, ante su ineptitud, desparece los festejos.