POR Jorge Octavio González
Quien de plano ha sido una desilusión como presidenta municipal es doña Tey Gutiérrez, alcaldesa de Villa de Álvarez; además de sus propias limitaciones para dirigir un municipio de la importancia de La Villa, la señora se rodeó de gente incapaz y desleal que sólo le genera conflictos con la ciudadanía a la que se debe.
Cierto es que, de entre ella y El Tecolín Memo Toscano, la opción más viable era la candidata del PRI-PAN a la alcaldía villalvarense. Tuvo la oportunidad histórica de hacer un buen papel y generar las condiciones para que el propio pueblo le pidiera su reelección; sin embargo, sus malas decisiones, su pésimo equipo de trabajo y sus lamentables declaraciones han hecho que la gente se cuestione si con el Toscuino les habría ido mejor.
A principios de la administración, quien era director del DIF Municipal se vio involucrado en una trifulca donde hubo balazos en un antro de mala muerte; era la oportunidad para hacer cambios de gente con sospechas de nexos inconfesables y poner, en cambio, a cuadros respetables.
No sucedió así. En el lugar del visitante frecuente de Mary Porkis pusieron a Lizet Rodríguez Soriano, nachista pura y fanática hasta que ser identificada con el ex gobernador le resultó también algo desagradable y prefirió ser una malagradecida con quien le dio todas las oportunidades de trabajo en la administración pública, incluyendo la diputación plurinominal que le regalaron.
En lugar de colocar en el Instituto Villalvarense de la Mujer a una persona de probada reputación y ética, amén de sorora y sensible ante los reclamos de las féminas, doña Tey Gutiérrez rescató del desempleo a Mariana Martínez Flores, quien fuera corrida penosamente del Instituto Colimense de la Mujer por Catalina Suárez Dávila.
En el ICM recuerdan diversas historias en donde la ex funcionaria de la pasada administración estatal se salía de sus cabales y comenzaba a gritarle a su personal, creyendo que de esa manera se ganaba el respeto de la gente; igual actuaba la directora general más cínica, corrupta, soberbia y frívola de un instituto que protegían en Casa de Gobierno por cercanías muy cuestionables. No por nada son amigas.
En comunicación social, área siempre tan relegada por los políticos que primero se desviven por atenderlos y después los arrumban como si fueran desechables, hay gente sin experiencia no oficio político; pero hay uno en especial que parece que tiene notariado todos los cargos que tengan que ver con comunicación y prensa, aunque ha demostrado ser un pobre payaso que ha podido subsistir gracias a que sus padrinos tuvieron influencia en los gobiernos priístas.
El secretario del ayuntamiento de Villa de Álvarez, Alfredo Chávez González, es nada más y nada menos que el responsable de los contratos de arrendamiento de patrullas a sobreprecio que el gobierno de Indira Vizcaíno se encargó de repartir y que Griselda Martínez Martínez calificó de irregulares.
Además fue el secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública del gobierno de José Ignacio Peralta Sánchez, desde donde se operó el recurso millonario que supuestamente iba a ser para la construcción del C5i, que al final no se usó para tal fin.
Y una de las pocas funcionarias que no tenían un historial de corruptelas, Lourdes Edith Pérez Vuelvas, la primera mujer directora general de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad y Protección Civil del ayuntamiento de Villa de Álvarez, a las primeras amenazas salió huyendo como vil cobarde, primero escondiéndose y anunciando que se había tomado unos días de descanso, para después, a los pocos días, salir en una conferencia de prensa en donde se anunciaba su renuncia y la incorporación del capitán de fragata Inocencio Guzmán de la Peña.
Entre escándalos de corrupción, funcionarios dando balazos, directoras prepotentes y desleales, amén de desfiguros como bailar en las fiestas de Cuauhtémoc como si tuviera la edad, es lo que ha hecho doña Tey Gutiérrez Andrade al frente del ayuntamiento de Villa de Álvarez, en donde la ola de violencia e inseguridad parece no importarle, a tal grado de pagar sumas millonarias por traer pan y circo al municipio para que la gente se entretenga, como la plática de Julio César Chávez sobre adicciones, algo que ya dijo en su bioserie que se puede ver gratis en las plataformas de internet.
Una desilusión, un total fracaso, el de la presidenta municipal; por el bien de los villalvarenses, esperemos que no se crea el cuento de algunos de sus porristas a sueldo, como el columnista de Manzanillo que está a punto de ir a la cárcel por estafar a gente humilde, que dice que tiene los merecimientos de reelegirse.
Creer en corruptos como ese, amén de no contar con gente en comunicación social pensante y mucho menos asesores capaces, es lo que a Tey le hizo mucho daño; sus limitaciones no le dieron para más.