POR PXPress
TODAVÍA NO CUMPLE SU PRIMER AÑO de gobierno y a la mandataria Indira Vizcaíno le están estallando en la cara todos los conflictos que se contuvieron por un tiempo con la promesa de resolverlos al tomar las riendas de la administración estatal, pero que, al paso de los meses, quedó demostrado que no le interesan o sencillamente no son sus prioridades. Son muchas, desde luego, las situaciones que se están presentando que, por no contar con asesores capacitados más que para cobrar onerosos y obscenos sueldos, están generando problemas mayúsculos. El adeudo al IPECOL por parte del gobierno del Estado es uno de ellos. Martín Flores Castañeda, la semana pasada, convocó a conferencia de prensa para informar que la gobernadora era una mitómana y que, además de los pasivos de la pasada administración, la actual tampoco estaba al corriente con sus obligaciones, pese a que a los trabajadores les descuentan religiosamente cada quincena su parte. Indira Vizcaíno, que siempre dijo que no adeudaban nada a los trabajadores, resultó que sí; quedó exhibida como una mentirosa. Y tan es cierto lo dicho por el secretario general del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (STSGE) que el propio secretario de Gobernación, en su visita a Colima el viernes 28 de octubre, se comprometió a analizar la situación y a darles una respuesta satisfactoria para el 18 de noviembre. Aunque la gobernadora intentó frenar la manifestación de los sindicalizados en el Congreso del Estado con la reunión con su líder en Casa de Gobierno, en el fondo no lo logró; recibió de parte de los trabajadores consignas y le mostraron pancartas donde le exigían que cumpla con sus obligaciones. Adán Augusto se dio cuenta de eso. El segundo conflicto fue el de los defraudados por la empresa Axe Capital, propiedad del sobrino de Gustavo Joya Cervera, vice fiscal de la Fiscalía General del Estado de Colima. Nadie del gobierno del Estado alertó la concentración que hicieron a las afueras del Poder Legislativo; una comisión de ahorradores confrontó al funcionario federal para pedirle su intervención, habida cuenta de que en Colima no estaban haciendo nada y, por el contrario, con su omisión protegían a Axel Joya de enfrentar la justicia. Indira Vizcaíno, nerviosa cuando los defraudados comenzaron a pedirle la ayuda a Adán Augusto López Hernández, se sacó de la manga una reunión del mini fiscal Bryant Alejandro García Ramírez con personal de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para agilizar las denuncias en contra de Axe Capital. Falso. Nunca se anunció dicha reunión ni siquiera a los medios de comunicación; fue tan falso como la declaración de Gustavo Joya hace varias semanas, cuando estalló el escándalo de su sobrino, en donde dijo que ese mismo día o en las próximas horas el fiscal estaría dando a conocer avances sobre la investigación. Falso. Y cuando la mandataria trataba de calmar las aguas en el conflicto con la empresa, su padre, que siempre quiere opinar de todo sin saber nada, en un programa que tiene en una página de internet a cambio de contratos publicitarios con el gobierno del Estado dijo que todos los ahorradores de Axe Capital, por el solo hecho de deslumbrarse por los réditos que les daba invertir su dinero en la empresa, eran unos AVARICIOSOS. Así tal cual: avariciosos y, además, responsables de su propia desgracia: “no los robaron; se dejaron robar”, fue lo que dijo Arnoldo Vizcaíno Rodríguez. Si apenas la estaba librando Indira Vizcaíno con la protesta de los defraudados de Axe Capital en la visita del secretario de Gobernación, con sus declaraciones su padre lo echó todo a perder, sobre todo porque en las redes sociales se acabaron al Félix Salgado Macedonio de Colima por sus lamentables y desafortunados comentarios. Ni siquiera los asesores tan caros que tiene la gobernadora le han aconsejado que le diga a su padre que no hable de su gobierno porque solamente le genera problemas. Y mientras sucedió todo lo anterior el viernes y se esperaba que todo el gobierno del Estado se volcara a resolver los problemas que dejó en manos del secretario de Gobernación, ¿en dónde estaba Indira Vizcaíno horas más tarde? Nada más y nada menos que en la Feria de Colima Todos los Santos 2022, cantando a todo pulmón las canciones de un grupo que ni en su casa conocen llamado Jessie & Joy. Así de indolente, frívola y desinteresada en los verdaderos problemas de Colima.
A LOS NUMEROSOS PROBLEMAS que se le presentan por su responsabilidad como presidenta municipal de Villa de Álvarez, a Esther Tey Gutiérrez se le acumulan otros de índole interna que tienen lugar dentro de la administración que supuestamente ella encabeza. Así, doña Tey Gutiérrez no sólo debe enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia, las calles llenas de baches, vialidades descuidadas, entre otros más, sino el de su propio personal de confianza al que no puede, no sabe o no quiere controlar, algunos de ellos impuestos como pago de cuotas políticas por servicios prestados en campaña. Dicen los muy enterados que a la alcalde villalvarense no hay nada que la enfurezca más que escuchar que el verdadero poder en el Ayuntamiento lo ejerce Alfredo Chávez, el actual secretario del gobierno municipal, algo que, acaso sin ser verdad, suena lógico por una simple razón: el tipo, en virtud de sus antecedentes en el C5i y en otras áreas del Gobierno del Estado que encabezó José Ignacio Peralta Sánchez, conoce a más gente importante, tiene contactos con poderosos y, en fin, sabe relacionarse mucho mejor (y se nota) que doña Tey, que es la primera vez que juega en las ligas mayores de la política colimeña. Como sea, la edil se siente inferior, se achica y se encoge a su mínima expresión en cuanto se pone a su lado el secretario del Ayuntamiento de VA. Por otro lado, en nuestra página PXPress, a través de la columna Concierto Político, se denunció el hostigamiento de que hace objeto al personal de confianza la contralora municipal, Gregoria Farías Vaca, quien incluso ha sido denunciada ante la Comisión de Derechos Humanos de Colima, dada la saña persecutoria con la que los ataca y hasta despide, como si fueran los tiempos de la Santa Inquisición, inmiscuyéndose descaradamente en áreas que no le corresponden de la administración municipal. Si bien hay la certeza de que Farías Vaca actúa con el consentimiento de su superior, que es la presidenta municipal, lo cierto es que la contralora obedece y le es fiel a otro personaje: el ex presidente municipal y ex diputado local Adrián López Virgen, quien por cierto tiene en el cabildo villalvarense a su reiterativo hijo Adrián López López, al que convirtió por obra y gracia de su poder en regidor. La propia Gregoria se jacta de su influencia, argumentando que Tey Gutiérrez no le puede hacer nada, pues le debe muchos favores a don Adrián, por lo que no pueden hacerle nada a ella, que sigue en las mismas y ya hasta su actitud habría escalado a otro plano con algunas denuncias ante la propia Fiscalía de Justicia del Estado por su afán destructor contra el indefenso personal que no cuenta con un sindicato que lo defienda. Si ya en el pasado la edil Tey Gutiérrez se deshizo de personajes que cometieron errores garrafales en los inicios de su administración, lo que le valió el reconocimiento de la sociedad, ¿qué le impide ahora actuar contra los que le dejan mal parada? Por lo menos tiene a dos candidatos idóneos para echarlos a patadas de sus respectivos cargos: Gregoria Farías y el tenebroso Alfredo Chávez, del que dicen sus muy cercanos que ya tiene listo su pasaporte a Canadá por si las cosas se le ponen difíciles por su oscuro paso por el C5i y por la renta de patrullas que representa un negocio para el Gobierno del Estado y los gobiernos municipales, donde él tuvo mucho que ver. Algo debe saber Alfredo Chávez, que piensa poner distancia de posibles líos legales un país entero y la mitad de otro de por medio. Demasiadas precauciones del funcionario, ¿no cree usted? Y, bueno, ¿qué nos puede decir al respecto doña Tey Gutiérrez?
CON LOS CAMBIOS HECHOS por la gobernadora el fin de semana pasado, se espera que, después de rendir su primer informe de gobierno, dé a conocer otros más, en especial el de Vladimir Parra Barragán, director de Ciapacov, por el fracaso rotundo y humillante en las negociaciones con los habitantes de la comunidad de Zacualpan, a quienes, decía el porro, nomás les tronaba los dedos y se ponían a sus órdenes.