Vladimir fracasó su encomienda en Zacualpan; por dignidad debe renunciar

POR PXPress

FUE INEPTITUD, CINISMO Y SOBERBIA de los funcionarios de Indira Vizcaíno no advertir el problema que se les venía encima con el emplazamiento que habitantes de Zacualpan les hicieron el pasado fin de semana: si no acudía la gobernadora y Vladimir Parra a la comunidad el lunes 24 de octubre a las nueve de la mañana y no resolvían la petición que les hicieron cerrarían las válvulas que abastecen de agua a Colima y Villa de Álvarez. En el gobierno del Estado, particularmente Indira y Vladimir, sabían que las palabras de los comuneros no eran simples amenazas, sino que, por el contrario, sí eran capaces de cumplir lo que dijeron. Y es que, aunque todo pareció demasiado rápido, en el fondo no fue así. En plena campaña electoral, en el 2021, Indira Vizcaíno se comprometió a construir un Centro de Salud en Zacualpan, habida cuenta de que el que tenían estaba en pésimas condiciones. Ya como gobernadora, dijeron los habitantes de Zacualpan, solicitaron audiencia a través del particular Armando Velázquez, que en todo momento les dio largas y no les regresó la llamada; así transcurrió toda la administración hasta que, hartos de no ser escuchados por la autoridad estatal, el fin de semana emplazaron al gobierno del Estado para que acudieran el lunes a resolver el problema. Todavía tuvieron dos días en el gobierno para planear una estrategia que minimizara el problema que estaba por venir; no lo hicieron así y, por el contrario, se confiaron tanto que en Casa de Gobierno tomaron como un mal chiste las amenazas de los comuneros. El lunes llegaron a la comunidad, además del director de Ciapacov, Marisol Neri León y Guillermo Navarrete Zamora, éste último víctima de un atentado en su casa con balazos y granada de fragmentación en diciembre de 2011. Cuando Vladimir Parra creía tener todo bajo control, haciéndoles ver que para la construcción de un Centro de Salud se requerían diversas etapas que llevan tiempo, no se esperó los reclamos a todo pulmón que le comenzaron a hacer las señoras, que le gritaron que ya no les creían y que sólo pedían la clínica que les prometieron. El diálogo de sordos resultó infructuoso: los habitantes exigían la construcción del Centro de Salud y la autoridad estatal se justificaba con que no tenían dinero y que eso se iba a llevar tiempo. Los comuneros, a diferencia del gobierno del Estado, sí cumplieron su palabra: cerraron las válvulas que abastecen del vital líquido la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez, dejando a miles de personas sin agua para bañarse, para cocinar y para lavarse las manos durante todo el día. Las quejas en redes sociales no se hicieron esperar y en cuestión de minutos usuarios escribían que en sus casas ya no caía agua. Indira Vizcaíno, hasta ese momento ausente de toda la negociación con los habitantes de Zacualpan, tuvo que enviar a su secretaria general de Gobierno para que le diera más seriedad a la comitiva que ya estaba en la comunidad, pues Vladimir Parra había fracasado como interlocutor y mediador, no obstante que durante muchos años tuvo el apoyo y respaldo de los comuneros para sus concentraciones políticas. Vladimir Parra, quien fue el que les enseñó a los habitantes de Zacualpan cómo tenían que presionar a las autoridades para obtener lo que quisieran, por mera dignidad debería renunciar al cargo por su evidente fracaso en la encomienda que le confirió la gobernadora de solucionar el conflicto con su gente. A pesar de que el gobierno del Estado envió un comunicado informando que se había llegado a un acuerdo y que ya se habían abierto las válvulas para volver a abastecer de agua a la zona conurbada, el problema continuó, como lo hicieron ver decenas de personas que decían seguir sin agua en Colima y Villa de Álvarez. La prisa por zanjar el asunto se debió, ciertamente, a que este jueves 27 de octubre estará en Colima el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien por supuesto iba a estar enterado del problema en su estancia, lo que iba a provocar un regaño presidencial a la gobernadora por no poder solucionar conflictos con su propia gente. El conflicto en Zacualpan, por lo pronto, quedó zanjado…por el momento. Para mala suerte de la gobernadora Indira Vizcaíno, sin embargo, este día tendrá otros problemas que no previó, pero que, aun cuando no somos sus asesores ni cobramos los 50 mil pesos al mes que perciben sujetos como Rafael Briceño Alcaraz, Ricardo Sánchez Arreguín y Ana Sofía Bayardo Cabrera, se lo diremos completamente gratis: este jueves estarán los trabajadores sindicalizados del gobierno del Estado haciendo una manifestación por el impago de la administración de Indira Vizcaíno al IPECOL; pero también se concentrarán en el mismo lugar y a la misma hora los afectados por la empresa Axe Capital, propiedad del sobrino del siniestro y mafioso Gustavo Joya Cervera, vice fiscal de la Fiscalía General del Estado de Colima, quien está obstruyendo el proceso de las denuncias interpuestas en contra de su familiar y exige ver primero que nadie las pruebas que se presentan en las carpetas de investigación. ¿No previeron eso los asesores de Indira? Adán Augusto será increpado por estos dos grupos de personas afectadas por el gobierno del Estado y por un sobrino de un funcionario de la Fiscalía; a ver qué respuesta les da el secretario de Gobernación y a ver cómo le va a Indira por no desactivar esos conflictos que todo buen gobernador debe contener para no hacer pasar un momento desagradable a su visita del gobierno federal.

COMO EN EL PASADO, pero de manera mucho más burda, corriente, sin clase, las corcholatas que fueron destapadas desde hace un año por López Obrador se dan patadas debajo de la mesa, se hacen trampas, meten ruido, ante el regocijo del perverso vejete que vive en Palacio Nacional, que se retuerce de gusto a falta de resultados en su gobierno. Las corcholatas de amlo son, como se sabe, Claudia la Vitola Cheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón y Adán Augusto el Mayordomo de Drácula López Hernández, todos ellos distraídos de sus responsabilidades oficiales por andar metidos en la grilla. El senador Ricardo Monreal Ávila, desdeñado como serio precandidato presidencial por el viejo tabasqueño, está con un pie fuera de Morena, pero no está considerado por amlo como una corcholata más, a pesar de que sí tiene su corazoncito. Tarde que temprano, el zacatecano tendrá que tomar una decisión sobre su futuro político, aunque está claro que no va a ser bajo el cobijo morenaco. Los cuatro precandidatos presidenciales siguen en lo suyo, tratando a toda costa de ganarse el único voto que les interesa (en el caso de los tres primeros, pues el exgobernador de Zacatecas no va a requerirlo), pero por esta ocasión nos queremos centrar en la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la supuesta favorita del inquilino del palacio virreinal. Siempre hemos sabido que la Vitola Cheinbaum Pardo es una mujer mediocre, inepta y detestable, pero no le conocíamos otra “virtud” tan cara en el obradorato: es traicionera; más aún, es una delatora que echó de cabeza a su propio marido para evitar ser ella la que cayera de la gracia del macuspano. En el libro El Rey del Cash, de la periodista Elena Chávez, ésta desvela la forma en la que la favorita del oficialismo de Morena aspira a ser candidata a presidenta de México en 2024. De acuerdo con el testimonio de la autora del polémico libro, tras ser exhibidos Gustavo Ponce, secretario de Finanzas de López Obrador, así como René Bejarano, respectivamente, en el noticiero de Joaquín López-Dóriga y en el programa del payaso Brozo, el entonces jefe de Gobierno montó en cólera y convocó al día siguiente a una reunión con todo su equipo de trabajo en el entonces D.F., donde, a puerta cerrada, exigió saber quiénes más habían ido a buscar al empresario argentino Carlos Ahumada, el responsable de grabar los videoescándalos. De entre todos los presentes, tímidamente, sólo la aún secretaria del Medio Ambiente del D.F. alzó la mano para delatar a su esposo en ese momento, Carlos Ímaz, que había sido dirigente del PRD capitalino y en ese momento se desempeñaba como jefe delegacional de Tlalpan (todavía no pasaban a ser municipios las 16 delegaciones de la capital del país). Si bien en la mafia siciliana existe la omertá (la ley del silencio para no delatar a los jefes), en el caso de Morena (entonces PRD), que también actúa como una mafia, había sus excepciones: Claudia es la excepción que confirma la regla. Lo más grave es que la Cheinbaum Pardo delató a su propio esposo, el padre al menos de la hija mayor, con tal de salvarse ella misma, gesto que le gustó a López Obrador, que desde entonces le tomó afecto y emprendió la tarea de apoyarla políticamente: primero, como delegada de Tlalpan; después, como jefa de Gobierno de la CdMx, ya con las siglas de la secta de Morena. Al final, la Vitola Cheinbaum resultó ser la miserable Judas que echó de cabeza el padre de su hija y su legítimo marido, con tal de ella seguir subiendo escalones en la escalera que ella espera la lleve directo a sentarse en la silla del águila. Es probable que, más que sentarse, se dará puros sentones, porque de todas las corcholatas visibles, ella es la más débil de todas. Eso sí: en Colima cuenta con su matraquera particular: la Gobernadora Altozano, que desde que inició su infausto gobierno unió su destino –y el de los colimenses— a la delatora de su propio esposo. 

EL GOBIERNO MUNICIPAL DE Villa de Álvarez, a cargo de doña Tey Gutiérrez, es de las peores que hay en la entidad y que dan pena ajena, sólo comparado con el de Cuauhtémoc, donde Gaby Mejía sólo esperaba las tradicionales fiestas para obtener recursos por venta de alcohol y multas a los borrachos que cometen faltas administrativas. Una vergüenza que una maestra haya decepcionado tan rápidamente a sus gobernados por su insensibilidad, su despotismo y por entregar la seguridad al gobierno federal. Sólo para que vean que de nada ha servido que las fuerzas armadas se hagan cargo de la seguridad en Villa de Álvarez, de los cadáveres embolsados que se han encontrado en los últimos meses en todo el Estado, la mitad fueron localizados en el municipio que mal gobierna Tey Gutiérrez. ¡Pero qué tal para irse a bailar con sujetos desconocidos a Cuauhtémoc! Lo peor que haría el PRI o la Alianza, de seguir viva para el 2024, es postular de nueva cuenta como candidata a esta señora que no ha servido para nada.