POR PXPress
LA GOBERNADORA DE COLIMA ya se descaró por completo. Hace días uno de nuestros columnistas hablaba de que, para Indira Vizcaíno Silva, pese a seguir con el control del show de stand up Diálogos por la Transformación, cada vez le era más difícil evadir los cuestionamientos de los reporteros que sí acudían a hacer planteamientos de interés social y no a aplaudirle y a hacerle preguntas a modo. Ayer, pese a haber pintado un Colima de maravillas que sólo existe en la cabeza de la mandataria, recibió sendos cuestionamientos que la pusieron nerviosa, pero que, debido a que el formato de su stand up todavía no se presta para revirar y contra replicar, pudo desentenderse del tema y finalizar cantando Las Mañanitas a uno de los reporteros de casa. Así de cínica. El primer tema fue acerca de los gastos en comunicación social y el despilfarro en la promoción de uno de los programas estrella el gobierno del Estado: #ColiBecas. La respuesta, aunque parezca increíble, fue que los documentos que circularon en donde se desglosaban las cifras que se pagaban a los medios de comunicación a través de contratos eran apócrifos. ¡Apócrifos! El cinismo a un nivel impresionante. Los documentos fueron sacados de la Página Nacional de Transparencia y las personas que retomaron la información lo único que hicieron fue vestirla con alguna fotografía de Indira Vizcaíno para hacer la publicación más atractiva. Nada más. No fue un meme, como le dijo despectivamente la gobernadora a la información sobre los gastos a medios de comunicación. ¿Y saben cuál fue la respuesta a por qué no había salido a aclarar esos datos? Que porque a nadie le importó y nadie en la calle se lo preguntó. ¿Es en serio? ¿Todavía cree la gobernadora que su séquito de aduladores le va a decir lo que sucede más allá de sus selfies y fotos arregladas (como la que se tomó con su todavía esposo, con el que ya no vive pero que sirvió para dar un aire familiar)? ¿Acaso alguno de sus muchos asesores de 40 mil pesos al mes le diría que reconsiderara el gasto en comunicación si de la Oficina de la Gubernatura es donde cobran y devengan esos salarios onerosos? Para Indira Vizcaíno que nadie se lo haya preguntado en la calle significa que a nadie le importó; luego entonces si por alguna cuestión alguien le pregunta dice que es apócrifo. Lo cierto, sin embargo, es que esos pagos de la oficina de comunicación social son del segundo trimestre del 2022; no hay nada apócrifo más que las fotos con las que vistieron la publicación para hacerla más llamativa. Y ahora que anda diciendo que su gobierno es transparente, sería prudente que ya proporcionen a la Página Nacional de Transparencia lo relacionado a los gastos de comunicación del tercer trimestre, esto es, julio, agosto y septiembre, pues ya estamos a mediados de octubre y todavía no hay nada de información, así como de los gastos de representación. A ver si ya el lunes está todo. El segundo tema que la puso nerviosa y que tampoco respondió satisfactoriamente fue sobre uno de los implicados en la muerte de un menor de edad en la casa del ex secretario de Turismo del gobierno del Estado, que entonces era jefe del hoy fiscal Bryant Alejandro García Ramírez y varios de sus colaboradores estaban al tanto de las fiestas que organizaba el sujeto en cuestión. Pero por espacio lo retomaremos mañana en OPINIÓN EXPRESS.
TREMENDO FIASCO SE LLEVÓ la gobernadora Indira Vizcaíno en el certamen para elegir a la Embajadora de la Feria de Todos los Santos Colima 2022. Resulta y resalta que, como el evento cambió de formato y se adaptó a la ideología de la cuarta transformación, curiosamente la ganadora fue la representante del municipio de Cuauhtémoc, Paulina Monsserrat Aguilar Godínez. En cuanto le estaban colocando la banda a la joven de 20 años, el público asistente comenzó a gritar ¡fraude! ¡fraude! mientras la gobernadora seguía fingiendo una sonrisa que poco a poco parecía desvanecerse. Por varios segundos los gritos se escuchaban en la transmisión en vivo, pero después ordenaron cerrar el micrófono para que la moderadora pudiera pedir respeto a la decisión y un aplauso a la “ganadora”. ¿No fue demasiada casualidad que la Embajadora fuera del municipio que gobernó Indira Vizcaíno? ¿Hasta en eso hacen trampa?
DESPUÉS QUE LA PRIMERA MITAD del gobierno de López Obrador estuvo al frente de la Secretaría de Gobernación una magistrada en retiro que resultó un fraude y no pasó de ser un simple florero los tres años, como es el caso de la senadora Olga Doña Pasita Sánchez Cordero, todos creímos que el arribo al cargo del paisano de amlo, el ex gobernador Adán Augusto el Mayordomo de Drácula López, la Segob volvería a sus buenos tiempos en los que sus titulares son realmente el segundo de a bordo en el equipo del presidente en turno, lo cual requiere de mucha mano izquierda en lo que es su responsabilidad fundamental: la política interna. El viejo tabasqueño adquirió el estatus que tuvieron sus antecesores de otros gobiernos, donde el diálogo con todos los sectores era importante para mantener la paz y la estabilidad política del país. El paisanaje, traducido en una mayor confianza hacia Adán Augusto que a Doña Pasita Sánchez Cordero, que sólo fue utilizada para darle un poco de prestigio a una administración federal que se jactaba de ser diferente, permitió muy al principio que el inquilino del Palacio de Covián se desenvolviera como en los viejos tiempos de gloria del priismo, donde su máximo exponente ha sido el veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios, hombre eficaz, talentoso, enérgico, rudo cuando se requería, pero efectivo en lo suyo. Al desaparecido funcionario pocas veces se le vio confrontarse en público con sus correligionarios priistas, pero mucho menos con los de la oposición, a los que se les daba un trato preferente. Sin embargo, en lo que se refiere al Mayordomo de Drácula López, se puede decir que tuvo arranque de caballo de carreras y llegada de burro manso, pues los pocos aciertos que tuvo al principio (como el de reunirse con representantes de la oposición, cosa que nunca ha hecho amlo en lo que lleva el obradorato) muy pronto se convirtieron en actos de abyección jamás vista en el pasado, especialmente cuando se le extendió categoría oficial de corcholata, a pesar de que su aceptación a nivel nacional es ridícula frente a sus compañeros de partido. Al contrario de cualquier otro titular de Gobernación que hubo antes, Adán Augusto se convirtió en vulgar matraquero de algunos candidatos de Morena a gubernaturas de sus estados de los comicios que se celebraron este año. No sólo era la vulgaridad de ir a echarle porras a personajes que resultaron corruptos e incapaces, sino la vileza de viajar en aviones de las fuerzas armadas de México, incurriendo en un claro caso de violación a la ley, al echar mano de transporte oficial en actos de campaña. Uno de los momentos de bajeza a los que llegó este servil funcionario federal fue cuando, ya destapado como una corcholata más de López Obrador, afirmó que en su momento el presidente decidiría por la mejor opción para señalar al candidato que lo sustituirá en el cargo. Fue entonces cuando el Mayordomo de Drácula López acuñó su célebre frase de absoluta sumisión: “Los tiempos del Señor son perfectos”. Por supuesto, el Señor al que se estaba refiriendo no era el Señor que cualquier católico sabe, sino amlo. Cuando se ventilaba en la Cámara de Diputados la reforma para que el Ejército permanezca en las calles hasta el 2028, el titular de la Segob ya ni siquiera cuidó las formas: como si hubiera ido al supermercado, se dedicó a comprar diputados federales para que votaran a favor de la militarización. Y en los últimos días, de igual forma con su abyección más sorprendente, hace días declaró que el titular de la Sedena, el general Luis Crescencio Sandoval, no tenía por qué acudir al Congreso de la Unión, porque ese no era el lugar indicado para comparecer. Semejante estupidez, soltada por un asno como Adán Augusto, en cualquier otro país civilizado le hubiera costado el cese inmediato; sin embargo, como estamos en el México del orate López Obrador, no pasa nada. De hecho, el descaro, el exhibicionismo, el streep tease de todos los días a cargo del viejo tabasqueño enseñando sus miserias, se dio al acusar a varios gobiernos de oposición de ser en los que la violencia ha regado más sangre en sus territorios, cuando es en 10 estados gobernados por Morena donde la situación está mil veces peor, incluido el Colima de la inepta Indira Vizcaíno Silva. El colmo fue, apenas ayer, cuando el Mayordomo de Drácula López atacó soezmente al gobernador de Nuevo León, el quijarudo Samuel García, por no apoyar la militarización del país. Un secretario de Gobernación que participa en mítines políticos, que hace proselitismo en aviones oficiales, que se lanza descaradamente contra la oposición (cuando debiera ser neutral en ese campo por su cargo), que ofende a la inteligencia de la gente (como cuando dijo que no confiaba en la familiar de una desaparecida), no debiera ser considerado candidato a algún cargo de elección popular, sino a una celda en el penal de Puente Grande por todos sus abusos a la ley.
AHORA QUE EL GOBIERNO FEDERAL pretende militarizar el país, los soldados y marinos comienzan a adoptar aptitudes que antes no tenían. En Colima, por ejemplo, hacen retenes en diversos puntos de la ciudad para tener un control sobre las personas que circulan en autos y motocicletas. En la calle del Ecoparc, en la noche, se ponen casi todos los días y ya no son tan amables como antes, sino que se envalentonan y cuestionan por qué llevan tanta prisa. En ese lugar, cuando cae la noche, está completamente oscuro, prestándose la ocasión para que los soldados puedan violar los derechos humanos de las personas. ¡Aguas!