POR Bibiano Moreno Montes de Oca
¡Qué novedad! Incapaz de hacer alguna cosa bien, especialmente cuando sobran los problemas en Colima, como el de la brutal violencia con sus muertes sin fin, la crisis económica a la que no le hallan la cuadratura, crisis de salud, de educación y un largo etcétera, el indirato en pleno ahora se ha echado a cuestas la ingrata tarea de llevar a cabo una cruenta persecución política en contra no de asesinos que han teñido de rojo con la sangre de sus víctimas las calles de la zona urbana más poblada de la entidad, sino ¡de los opositores incómodos de su gobierno!
La actitud impertinente, ojete, de mala entraña, digna de un sicópata, a cargo del director jurídico de la LX Legislatura local, el leguleyo Armando González, no se vio siquiera ni en los peores tiempos del priismo más autoritario, que a sus contrincantes les dispensó un poco más de respeto que el que le tienen hoy los cuatroteros a sus opositores, como ocurre en estos momentos con la cacería emprendida en contra del diputado Héctor el Traxcavo Magaña Lara, uno de los pocos que no ha sido doblegado por la Gobernadora Altozano y su chiquigabinete de vacilada que no pela un chango a nalgadas.
Como ya es del dominio público, en una conferencia de prensa convocada en un restorán por el legislador, donde se quejó de ser “un perseguido político”, de pronto que le cae el tinterillo Armando González a notificarle un segundo juicio político, importándole madre interrumpir al convocante y a los reporteros presentes que tomaban nota, pues no cabía un numerito de esa clase en público, pues el cancerbero Armando González pudo haber hecho la notificación en la sede de ese Poder o en el domicilio particular del denunciado. De hecho, la primera notificación se hizo en una sesión del Congreso del Estado, pero de forma hasta grosera, aun cuando –teóricamente— Magaña Lara es su superior jerárquico.
La columna Xpress´o de ayer jueves, en la imperdible página PXPress, abordó el tema de la patanería de ese sujeto que es hijo del traidor y chaquetero Armando Duro de Aguantar González Manzo (de tal palo, tal astilla: iguales de ojetes), pero creo que vale la pena abundar sobre el mismo por la gravedad que implica lo que ya es, a todas luces, una venganza política emprendida en contra de los que han dado batalla al despotismo del indirato, que pretende neutralizar a todos los que no le son afines, pero premiando y dando un trato encantador a los que se han sumado a las filas del oficialismo cuatrotero.
El mismo coordinador de la bancada del PRI en la LX Legislatura local, al referirse a ese grotesco episodio protagonizado el día anterior por el hijo del traidor Duro deAguantar González Manzo, puso el dedo en la llaga respecto a que Indira Vizcaíno Silva hostiliza a sus malquerientes políticos, pero es toda dulzura con los que la complacen en todo lo que se refiera a aprobar lo que a ella le interesa (prolongar la revocación de mandato para que el pueblo bueno y sabio no la corra durante su sexenio, por ejemplo). Y si no, que les pregunten a los diputados del MC, del PT, PVEM y, en breve, a la ahora “independiente” Priscila García Delgado.
Al referirse a la saña con la que le han notificado los juicios políticos por haber participado, como regidor de la anterior administración municipal de Villa de Álvarez, en la autorización para que las mototaxis presten sus servicios a la población villalvarense, textualmente dijo lo siguiente Magaña Lara:
“¿Pero qué fue lo que realmente me preocupó? A pregunta de uno de los compañeros de los medios de comunicación, le dicen a quien nos estaba notificando: ´¿La gobernadora está enterada de este juicio político?´ Y el funcionario de este Congreso le dijo: ´Sí, sí está enterada la gobernadora de este juicio político´. Entonces dije: Ah, caray, entonces quiere decir, ¡quiere decir!, que la gobernadora del estado, Indira Vizcaíno Silva, tiene metidas las manos en la Comisión de Responsabilidades, y ella es la que les da la instrucción a los integrantes de la Comisión, particularmente a los de Morena, qué juicios sí deben caminar con mucha prisa, y qué otros están ahí parados”.
Está muy claro: la presidenta de la Junta de Gobierno de la LX Legislatura local, la diputada Isamar Ramírez Rodríguez, es incondicional de Indira Vizcaíno; el que preside la Comisión de Responsabilidades es el incondicional diputado Armando Reyna Magaña; el cancerbero director del jurídico es incondicional de Morena porque a ese partido le debe su chamba. ¿Cuál es el objetivo? Castigar a los que han osado enfrentar a la Gobernadora Altozano, una inútil e impopular mujer que creyó que todo mundo la adoraría, pero a la que hoy todos aborrecen. Aun así, toda la maquinaria estatal va en contra de los opositores. ¡Cuidado!
A propósito de Duro de Aguantar González Manzo, éste entró en la estadística del daño colateral político por su cercanía con el traidor Jesús Chucho el Rata Orozco Alfaro, al que amlo exhibió como sinvergüenza durante su última visita a Colima. Poco antes de que llegara a nuestro estado el vejete tabasqueño, ya se había negociado un cargo de buen nivel en la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado (con oficinas cerca del jardín de La Concordia) para el papá del director jurídico de la LX Legislatura local, lo que al personal que quedaría bajo sus órdenes tenía descontento. Sin embargo, con la andanada que le soltó el Rey del Cash, prudentemente se decidió dejarlo fuera de la jugada.
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¡Aguas! Corrió como reguero de pólvora el rumor de que la chaquetera Brenda del Carmen Gutiérrez Vega, expresidenta municipal y diputada por Villa de Álvarez, va a ser propuesta como magistrada del Supremo Tribunal de Justicia del Estado. ¿Qué méritos tiene esa tía como abogada? Nulos. Pero esos perfiles son los que le encanta promover a los gobiernos morenacos.